La parrilla horaria con todos los horarios e itinerarios que el Consejo acordó que no se difundiera
Se acordó en la sede del Consejo una suerte de la ley mordaza con respecto al plan detallado de reforma del Martes Santo, la gran polémica que marca la actualidad de las cofradías desde el pasado verano. Los cargos generales y miembros de la sección de Penitencia acordaron que no se diera a conocer la parrilla horaria con todos los detalles de los nuevos horarios e itinerarios que conlleva el cambio de sentido de la carrera oficial: recorrerla desde la Catedral hacia la Campana.Hasta ahora se habían ido publicando datos aislados o las líneas generales, pero no el cuadrante elaborado, que revela la minuciosidad con que se ha preparado un proyecto que tendrá que ser bendecido por las autoridades. En la parrilla se han calculado los horarios de la cabeza del cortejo (cruz) y del final (palio), así como los tramos concretos de las calles que son recorridos para que nada quede al azar.
La autoridad eclesiástica conoce ya esta parrilla que hoy se reproduce tal como ha sido preparada por los hermanos mayores en los últimos meses, en una operación que comenzó en mayo en la casa de hermandad del Dulce Nombre con todos los hermanos mayores de la jornada sin la presencia del delegado, Juan José Morillas. Se aprecian con minuciosidad los cálculos horarios, que más bien parecen en muchos casos los de las salidas y llegadas de trenes.
La jornada concluiría a las 02:30 del Miércoles Santo con las entradas de los pasos de palio del Cerro, la Candelaria y el Dulce Nombre. Se evitaría el regreso a deshoras que tanto se ha criticado en los últimos años, sobre todo por los problemas de seguridad que genera y la merma en los cuerpos de nazarenos. Ya es sabido que la Alfalfa, siempre sobre el papel, dejaría de ser un peligroso agujero negro por la confluencia de varias cofradías. Los Estudiantes cumpliría su objetivo de salir algo más tarde y entrar también más tarde, lo que encajaría mejor en el estilo de una cofradía de ruan. Además, tendría prácticamente libres todos los posibles itinerarios de regreso. La Candelaria pasaría por los Jardines de Murillo a la ida, con luz del día, lo que supone un alivio para los nazarenos y un refuerzo para la seguridad. Y regresaría por Cuna, el Salvador y la Alfalfa, lo que agradecerá un cuerpo de nazarenos que año tras año ha sufrido con un eterno retorno por la calle San Fernando y los jardines, un camino que desembocaba en una despoblada calle San José a altas horas de la madrugada.
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